El experimento del muñeco bobo de Albert Bandura

El Experimento del Muñeco Bobo es el nombre de un experimento realizado por Albert Bandura entre 1961 y 1963. Cuyo objetivo era estudiar el comportamiento de los niños después de ver modelos adultos comportándose agresivamente con los “muñecos Bobo”.

Este experimento es el cual, nos permite demostrar de manera empírica la teoría del aprendizaje social de Albert Bandura. Esto sugiere que las personas no solo aprenden a través de la recompensa o el castigo, es decir de manera conductual. Si no que también pueden aprender al ver a otros premiar o castigar, esto es el aprendizaje por observación.

Estas experiencias son importantes, porque muestran los efectos en el mundo real y cómo los niños se ven afectados por situaciones violentas. Desde la década de 1960, cuando se realizó el experimento, muchos críticos han cuestionado su validez y sus conclusiones.

El experimento

El muñeco bobo, es un juguete inflable de unos 150 cm de alto. Por lo general hecho de plástico y a menudo pintado, puede parecerse a un payaso. Una de sus características es que al ser alcanzado por una bala, se pondrá de pie con facilidad. Este objeto, entró al mercado en 1960.

Los participantes en este experimento utilizaron 36 niños y 36 niñas del jardín de infancia de la Universidad de Stanford. Todos los niños tenían entre 3 y 5 años. Los niños estaban organizados en 3 grupos: 24 niños expuestos a un modelo agresivo y 24 niños están expuestos a un modelo limitado.

Dos grupos se dividen en hombres y mujeres que garantizan que la mitad de los niños estén expuestos a modelos de género y la otra mitad con los modelos de sexo opuesto. Los 24 niños restantes estaban en el grupo de control. Para el experimento, cada niño estuvo expuesto a un entorno único para que sus compañeros de clase no los influenciaran ni los distrajeran.

La primera parte del experimento consiste en reunir a un niño y un modelo adulto en la sala de juegos. En la sala de juegos, el niño se sienta en un rincón con muchas actividades interactivas, como pegatinas, y al lado de una persona adulta. Antes de salir de la sala, la investigadora explicó a los niños que los juegos del rincón de adultos son solo para adultos.

Pasado este tiempo, el adulto comenzó a comportarse de forma agresiva con el muñeco Bobo. Por ejemplo, usaban un martillo de juguete para golpear o patear al muñeco Bobo en la cara.

Los modelos adultos también son verbalmente agresivos. Para las mediciones, primero registramos la agresión física: golpear, patear, sentarse en un muñeco bobo, golpearlo o arrojarlo al otro lado de la habitación. La agresión verbal es la segunda acción reportada.

El jurado contó cada vez que los niños imitaron el patrón agresivo de los adultos y se registraron los resultados. La tercera escala es el número de veces que se usa el martillo para mostrar otras formas de agresión además de golpear al muñeco. Esta última acción incluye formas de agresión mostrada por el niño que no son una imitación directa del comportamiento del modelo.

¿Cuál fue el resultado de la experiencia del muñeco Bobo?

Las conclusiones obtenidas del experimento del muñeco bobo, validaron la teoría del aprendizaje observacional. Y cuando los adultos eran recompensados por su comportamiento violento, era más probable que los niños siguieran golpeando al muñeco bobo.

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