Fantasía y Representaciones de Razas en Juegos de Rol
En los últimos tiempos, las representaciones de razas ficticias en el mundo de la fantasía, particularmente los orcos popularizados por “El Señor de los Anillos”, han estado en el centro de críticas debido a su presunta promoción de estereotipos racistas. Este debate ha llegado incluso al famoso juego de rol Dungeons & Dragons (D&D), donde se cuestiona la representación de las “razas” de monstruos, como los orcos, a menudo retratados como inherentemente malignos.
Un reciente estudio dirigido por Ferguson (2022) buscó arrojar luz sobre esta cuestión examinando si el juego de D&D está asociado con actitudes más racistas. Contrario a las expectativas, los resultados no mostraron una correlación significativa entre el juego y el racismo. De hecho, la mayoría de los participantes, ya fueran jugadores de D&D o no, no encontraron ofensivas ni racistas las representaciones de los orcos en el juego.
Las investigaciones previas sugieren que las elecciones de los jugadores dentro de los juegos de fantasía pueden reflejar sus características de identidad, permitiendo que expresen aspectos de sí mismos en un entorno ficticio. Esto plantea la cuestión de si los juegos como D&D son simplemente un medio de autoexpresión, en lugar de ser responsables de influir en las actitudes y comportamientos del mundo real.
Para examinar más a fondo esta cuestión, Ferguson encuestó a más de 300 personas en línea, evaluando sus intereses de ocio, incluido su nivel de participación en D&D, y midió sus actitudes raciales utilizando la escala de etnocentrismo. Los participantes también fueron expuestos a una descripción de los orcos en D&D, y se les preguntó sobre su percepción de esta representación.
Juegos de Rol y Racismo: Resultados
Los resultados revelaron que no había evidencia de que jugar a D&D estuviera relacionado con actitudes más racistas. Además, la mayoría de los encuestados no encontraron problemática la representación de los orcos como una raza maligna. Sin embargo, hubo diferencias en las respuestas, con algunos participantes considerando la descripción como racista, lo que sugiere una percepción subjetiva sobre este tema.
Es interesante destacar que las mujeres fueron más propensas a ser percibidas como racistas y también a mostrar características de alta agresividad. Sin embargo, no hubo diferencias significativas entre los encuestados blancos y de color, ni entre los jugadores y no jugadores de D&D, en cuanto a la percepción de la representación de los orcos.
Conclusiones
El estudio de Ferguson no encontró evidencia de que el juego de D&D contribuya al racismo. Más bien, sugiere que las preocupaciones sobre las representaciones de fantasía pueden ser exageradas y que la percepción de la misma puede estar influenciada por factores individuales, como la agresividad y las características de personalidad.
Si bien el estudio ha sido elogiado por su enfoque, también ha sido criticado por no abordar la causalidad y las diferencias en la interpretación de las representaciones en el juego. Futuras investigaciones podrían explorar aún más este tema, quizás mediante experimentos que examinen el impacto directo de las representaciones en las actitudes y comportamientos de los jugadores.
