Home Psicología Social La popularidad de las personas que fracasan

La popularidad de las personas que fracasan

Todos conocemos personas que parecen hacer todo bien. Pero, lo reconozcamos o no, todo el mundo sufre fracasos personales. Podríamos reverenciar, pero no podemos identificarnos con los súper exitosos. Por otro lado, podemos entender a las personas que fracasan porque todos hemos estado ahí. Entonces, dado el deseo de asociarnos con el éxito, con la capacidad de relacionarnos con el fracaso, tendemos a gravitar hacia personas en algún punto intermedio, de la misma manera que las personas gravitan hacia nosotros.

Sabiduría contemporánea: Véndete a ti mismo

Ya sea que estemos solicitando un trabajo o tratando de causar una buena impresión en una primera cita, se nos alienta a enfatizar nuestros éxitos y minimizar nuestros fracasos. Un empleador no esperaría que un solicitante de empleo presentara una lista de trabajos fallidos y proyectos sin terminar, y un posible amante quedaría perplejo ante un compañero de cena que respondió a una invitación de “háblame de ti” con una recitación de relaciones pasadas fallidas. Pero ese análisis podría cambiar si el solicitante del trabajo/relación fuera una persona aparentemente exitosa.

Envidia maliciosa

Alison Wood Brooks et al. (2019) investigó los beneficios de que las personas exitosas admitan el fracaso.1 Discuten el concepto de envidia maliciosa, que describen como “una emoción interpersonal destructiva” que se experimenta cuando alguien se compara con colegas o compañeros exitosos. A la luz de esta comparación, encontraron que, interpersonalmente, las personas exitosas pueden mitigar la envidia maliciosa de los demás al revelar fallas personales.

Brooks et al. descubrió que las personas que revelan tanto los éxitos como los fracasos experimentados a lo largo del camino hacia el éxito disminuyen el grado de envidia maliciosa que sienten los demás, en comparación con adoptar un enfoque que solo revela los éxitos. Dentro de su investigación, citan al profesor de la Universidad de Princeton, Johannes Haushofer, quien publicó un “CV de fracasos”, que incluye premios y puestos que solicitó pero fue rechazado. Dentro de la lógica que citó el profesor Haushofer al decidir publicar sus fracasos, explicó: “La mayor parte de lo que intento falla, pero estos fracasos a menudo son invisibles, mientras que los éxitos son visibles”. Señaló que esto a veces les daba a los demás la impresión de que “la mayoría de las cosas funcionan” para él. El resultado, explicó, fue una tendencia de las personas a atribuirse los fracasos personales a sí mismos, en lugar de a fuerzas externas.

Brooks et al. tenga en cuenta al explicar sus resultados que el efecto que observaron no es atribuible a una disminución percibida en el estado. En cambio, encontraron evidencia de que revelar los fracasos de uno “disminuye las percepciones de orgullo arrogante y aumenta las percepciones de orgullo auténtico, modulando la envidia maliciosa en envidia benigna”. Describen su estrategia de revelar fallas como una estrategia efectiva y contraintuitiva para controlar la envidia maliciosa.

¿La comida para llevar? Si tienes mucho éxito, una dosis de humildad es humanizante, y compartir un poco de fracaso es entrañable. Nadie es perfecto, y aparentemente nos atraen aquellos que no pretenden serlo.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.