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Por qué funciona el coaching de vida grupal

A principios de este verano, varias mujeres se reunieron por primera vez en seis años. Estas mujeres venían de diferentes estados con un vínculo compartido: eran participantes en mi grupo inaugural de niñas. Hace más de 25 años, creé un grupo muy especial para adolescentes que tenían un padre con cáncer. Ahora, mujeres de 30 años, se han convertido en empresarias, líderes, trabajadoras de la salud y adultas prósperas exitosas e independientes.

Volvimos a reunir al grupo original, y estaba tan emocionada de ser parte de cómo esta hermandad de conexión no ha perdido el ritmo. Me impresionó el increíble vínculo que se ha mantenido a lo largo de todos los años, los cambios de vida y la distancia geográfica entre estas jóvenes. Sus viajes han sido bastante diferentes, y aunque todos han evolucionado como humanos desde que formaron parte del grupo de adolescentes hace muchos años, la conexión que desarrollaron y nutrieron en nuestro grupo se ha mantenido constante. Se abrazaron y continuaron donde lo dejamos hace unos años, a pesar de haber estado separados durante tanto tiempo. Son seres humanos diferentes de lo que eran en el grupo: el tiempo y la madurez han creado caminos únicos para cada uno de ellos. Pero la conexión que desarrollaron y alimentaron en nuestro grupo se ha mantenido constante.

Coaching y Terapia Grupal

Lo que he aprendido desde ese primer grupo de adolescentes se ha quedado conmigo. El grupo correcto puede ofrecer un espacio seguro donde podemos compartir, escuchar, aprender, enseñar y solidificar las conexiones que más importan. La atmósfera de grupo ideal nos permite estar abiertos al cambio y al crecimiento, tanto de forma independiente como en conjunto.

Los entornos grupales vienen en todas las formas: campamentos, equipos deportivos o entornos de afiliación religiosa. Pero ligeramente diferentes, ya que ofrecemos un aspecto psicoeducativo importante que incluye la enseñanza de habilidades sociales y emocionales. Nuestros participantes vienen como son y crecen juntos.

Las conexiones son la base

Desarrollar una conexión profunda con nosotros mismos y con los demás en nuestro mundo es la base que le da sentido y propósito a nuestra vida. Aprender a construir y fortalecer estas conexiones a una edad temprana puede cambiar el curso de nuestra vida. Trabajar por cuenta propia en un entorno grupal acelera el descubrimiento de cuáles son nuestras creencias limitantes y cómo estas creencias pueden estar debajo de los patrones de comportamiento que nos impiden vivir una vida que esté alineada con nuestro ser más auténtico. Estructurado de una manera estratégica que crea una conexión antes del contenido, los participantes se sienten inmediatamente bienvenidos y seguros de venir tal como son, sentir lo que sienten y compartir de maneras que a menudo son vulnerables y favorecen el crecimiento.

Al igual que los campamentos o los equipos deportivos, nuestros grupos de niñas son continuos y no tienen límite de tiempo. Los grupos ofrecen a las niñas y mujeres jóvenes un lugar al que regresar, lo que finalmente las ayuda a mantener el rumbo. Cada etapa del desarrollo tiene sus desafíos. En grupo, las chicas aprenden a superar sus desafíos. Cuando los niños, adolescentes y adultos emergentes descubren quiénes son y qué es lo que más les importa y por qué, también les permite descubrir qué es lo que les corresponde hacer con su vida. Individualmente, cada uno es un hilo con su propio color o composición de material único. Como grupo, esos hilos individuales se entretejen, creando una manta fuerte y cómoda de conocimiento y apoyo a la que las niñas pueden volver una y otra vez.

Un tapiz único

El grupo original de niñas, ahora mujeres adultas, se han convertido en esa manta cómoda y familiar para ellas mismas. Es un grupo que continúa apoyando y brindando consuelo incluso después de tantos años. Nuestras visitas en persona pueden extenderse con el tiempo, pero el tiempo que pasamos hace 25 años y el tiempo que invertimos ahora a través de Zoom, FaceTime y nuestros chats grupales regulares sostienen y aseguran que nuestro vínculo sea tan fuerte como siempre.

Estas conexiones son la razón por la que sigo ofreciendo coaching grupal además de sesiones individuales. Mi esperanza es que encuentre su propio manto de conexiones que le brinde la fuerza, la consistencia y la seguridad que no sabía que necesitaba.