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Cómo leer más incluso cuando estás muy ocupado

El verano, la temporada del supuesto tiempo infinito para acurrucarse junto a la piscina, saborear gloriosamente refrescos con infusión de sandía perfectamente fríos y devorar las lecturas más calientes de la playa, no salió según lo planeado.

La promesa de tiempo libre resultó ser un mito cruel. Fue un esfuerzo valiente cargar esos libros y Kindles. Incluso hay algunos restos de arena y almejas fritas alojados en sus grietas como prueba de buenas intenciones. La pila y las listas de libros con los que desea pasar el tiempo han crecido exponencialmente, y no se le escapa la ironía de que si pudiera dejar de ver BookTok, podría conducir a la lectura real.

Una cosa es amar leer; otro para hacerlo. Como muchas cosas que disfrutamos y son buenas para nosotros, la vida puede sabotear incluso las mejores intenciones. Las distracciones, los plazos y las prioridades contrapuestas se interponen en el camino. Pero es poco probable que esperar las próximas vacaciones de verano u otro bloque mítico del “momento adecuado” ayude a crear los hábitos y rituales que lo ayudarán a leer más.

El regreso a la escuela y al trabajo puede parecer un doble golpe contra las ambiciones de lectura. Se avecinan agendas extremadamente ocupadas. El tiempo es esquivo. Si te encuentras deseando más tiempo para leer, comienza por pensar en pequeño. Estas microestrategias pueden ayudarlo a pasar de ciclos de anhelo por leer y arrepentirse de no haberlo hecho a seguir adelante:

Microestrategia 1: Comience en pequeño.

Establezca la meta más baja imaginable. Encuentra una pequeña porción de minutos insatisfactorios en tu rutina para leer. Cambia el desplazamiento sin sentido por algo más sustantivo. Haz un pequeño ajuste en tus hábitos actuales. Encuentra fragmentos mientras esperas o en momentos de transición, como subir al tren o despertarte. Coloca un bloque de 15 minutos en tu calendario. Haga de la lectura un ritual placentero, no un “tengo que hacerlo”. Los micromomentos se suman.

Microestrategia 2: Diviértete de verdad.

¿Recuerdas lo divertido que era leer cuando eras niño? Si bien las ferias de libros de Scholastic y los programas de lectura de verano con calcomanías de Lisa Frank y ranas que brillan en la oscuridad no son parte de la adultez, no significa que no podamos crear nuestros propios incentivos. Si bien la lectura es una recompensa en sí misma, puede ser útil agregar un par de pequeños obsequios que refuercen los buenos hábitos de lectura, como un batido después de terminar un capítulo o un libro, o un pequeño premio que sea importante para usted. Invocar su espíritu de infancia puede ayudar a mantener activado el entusiasmo por la lectura.

Microestrategia 3: Honra tus variadas identidades y gustos.

No te limites a géneros específicos. Hace unos años, me di cuenta de que la mayoría de lo que estaba leyendo estaba en una categoría intensiva, como en la crisis mundial de salud mental, examinando los avances en la ciencia del cerebro y promoviendo el cambio social. Esto se sintió natural y no se controló porque es una parte muy importante de mi vida profesional y mi pasión personal. Sin embargo, algo me impulsó a tomar aire y comenzar a disfrutar de materiales más ligeros para traer ligereza y oportunidades para aprender más allá de mis intereses típicos. Así que ahora me entrego a Vaclav Smil y Miranda Says con igual fervor. Y estoy tan obsesionada con Jennie Slate como con Isabelle Wilkerson. Abrazo la resonancia de risa a carcajadas de Samantha Irby y la conmoción de Susan Cain. Medito con Thich Nhat Hanh y me río con Tara Schuster. Mis bibliotecarios son curiosos, pero para mí, tener literatura diferente para hablar de mis diferentes lados, estados de ánimo, variables, necesidades de aprendizaje y desarrollo general es estimulante.

Microestrategia 4: Hazlo más fácil.

Mantenga su Kindle y su libro a mano en todo momento. Prepárate haciendo buenos libros accesibles dondequiera que vayas. Mientras lo hace, designe algunos lugares favoritos para leer que sean de fácil acceso y que le brinden consuelo y alegría.

Microestrategia 5: aprovechar el mundo moderno.

Hubo una estadística que reveló que muchas personas han escuchado podcasts y que han probado el sushi. Entre la enorme variedad de podcasts, fragmentos de libros, audiolibros y dispositivos y recursos de aprendizaje, es más fácil que nunca escuchar mientras se está en movimiento. Encuentre sus métodos preferidos, pero mantenga algunas opciones disponibles para alinearse con sus idas y venidas.

Microestrategia 6: seleccionar libros excelentes.

¿Tienes un amigo que es un lector voraz? Pregúntales sus favoritos. Busque sugerencias sólidas a través de libros que hayan ganado premios como The Whiting Award, National Book Critics Circle Award, Indie Book Awards y Porchlight. También puede consultar libros seleccionados a través de entidades como The Next Big Idea Book Club o Oprah’s Book Club.

Microestrategia 7: No vayas solo.

Leer con amigos es una gran fuente de unión. Las relaciones sirven como un factor protector para la salud mental. No tienes que unirte a un club de lectura para que esto suceda. Elige un libro y una persona y pruébalo. Genere entusiasmo y asegúrese de celebrar juntos su progreso.

Estar increíblemente ocupado puede perturbar incluso las mejores intenciones para los hábitos de lectura. Las microestrategias pueden ayudarte a desarrollar rituales que te ayuden a pasar de lamentarte por no leer más a hacerlo.

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