Home Psicología Educacional 3 componentes clave del bienestar mental para estudiantes

3 componentes clave del bienestar mental para estudiantes

Ara, un estudiante de secundaria de 16 años, dijo:

Tengo amigos que son castigados si no obtienen A’s. Y creo que les genera mucho estrés, especialmente cuando ya están pasando por problemas que sus padres no reconocen. Creo que hay mucha presión sobre nosotros para hacerlo realmente bien, para equilibrar todas estas cosas, ya sabes. Cuando no se escuchan nuestras preocupaciones sobre la salud mental, se hace aún más difícil.

En Springtide Research Institute, exploramos la vida interior y exterior de las personas de entre 13 y 25 años, y hemos encuestado a más de 3000 jóvenes durante el último año sobre su salud mental.

Sabemos que la frecuencia de las crisis de salud mental entre adolescentes y adultos jóvenes está aumentando, y necesitamos estrategias para enfrentarlas cuando ocurran.

Sin embargo, nuestras recomendaciones dan un paso atrás y se enfocan en crear espacios que promuevan el bienestar mental en primer lugar, y las escuelas son un lugar ideal para construir estos entornos.

Conexión, expectativas y propósito

Centrarse en la conexión, las expectativas y el propósito sirve como un complemento necesario para los esfuerzos individuales en torno a la salud mental. Como saben todos los educadores, se necesita un pueblo, y este enfoque puede crear un ecosistema de apoyo colectivo.

Conexión: La creación de conexiones comienza con relaciones significativas. La investigación psicológica muestra que sentirse conectado puede reducir la ansiedad y la depresión y mejorar la autoestima y el sistema inmunológico y estimular los centros en el cerebro que producen sentimientos de felicidad.

Las conexiones sólidas conducen a un sentido de pertenencia, lo que se correlaciona con un mejor bienestar mental para los jóvenes.

Las escuelas son el lugar ideal para los tipos de conexiones que podrían conducir a un sentido de pertenencia, pero los jóvenes nos dicen que eso no siempre sucede. Solo el 20 por ciento de los que encuestamos dijeron que sienten que pertenecen a la escuela y que la gente sabe quiénes son.

A medida que hablamos con los jóvenes a lo largo del tiempo, descubrimos tres pasos distintos que llamamos el proceso de pertenencia: el movimiento de una persona joven que es notada, nombrada y conocida.

Los adultos en una escuela pueden tomar medidas simples para asegurarse de que los jóvenes experimenten una parte de este proceso. El simple hecho de prestar atención a un joven, usar su nombre y los pronombres correctos y entablar una conversación que demuestre que es aceptado sin juzgarlo son formas de fomentar el movimiento hacia la pertenencia.

Expectativas: Los estudiantes están abrumados: la presión de tener éxito les causa estrés, ansiedad y agotamiento. Obviamente, las escuelas tienen estándares y expectativas para los estudiantes, y la mayoría de los estudiantes que encuestamos dicen que sienten que tienen las herramientas que necesitan para tener éxito.

Sin embargo, alinear esas herramientas con las expectativas de una manera que las haga factibles es clave para mejorar su salud mental. Los jóvenes quieren ser empujados y desafiados pero no quieren ser derrotados.

Una forma de evitar ese resultado es garantizar que la alineación entre las herramientas y las expectativas (particularmente aquellas relacionadas con el rendimiento y el rendimiento de los estudiantes) se produzca de manera uniforme. Más de dos de cada tres estudiantes nos dijeron que “solo ciertos tipos de estudiantes realmente pueden prosperar aquí”, lo que sugiere que a aquellos con más privilegios o recursos les va mejor en el logro de las expectativas.

Según el contexto y la dinámica de su institución, identifique a los estudiantes que podrían sentir que no están preparados para el éxito y permítales que le digan dónde pueden estar las brechas en la alineación.

Objetivo: Parte de la experiencia escolar implica descubrir el propósito. En la escuela, esto significa ayudar a los estudiantes a desarrollar un sentido de lo que quieren lograr y en quiénes quieren convertirse, y es fundamental para el bienestar mental. Los estudiantes que sintieron que eran necesarios en la escuela y que contribuyeron de manera efectiva a sus grupos informaron que su salud mental “prosperó mucho”.

Una forma básica de ayudar a los estudiantes a descubrir el propósito es hacer más preguntas. Esto podría lograrse con una sesión de reflexión grupal en clase o animando a los estudiantes a explorar las respuestas a sus preguntas. Cualquier actividad que les permita acceder a nueva información sobre sus intereses y pasiones puede facilitarles encontrar un propósito.

Afortunadamente, muchas escuelas y educadores ya hacen muchas de estas cosas muy bien. Sin embargo, cuando las escuelas fomentan la conexión de manera uniforme, alinean las expectativas y ayudan a desarrollar un propósito, están tomando medidas para ir más allá de tratar los problemas agudos para abordar las condiciones que están causando una crisis en primer lugar. Si queremos ver prosperar a los jóvenes, incluso en medio de las presiones de esta época, crear espacios donde se priorice el bienestar mental es un primer paso ideal.

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