Home Psicología Clínica Realización de psicoterapia con poblaciones desplazadas

Realización de psicoterapia con poblaciones desplazadas

El conflicto en curso entre Rusia y Ucrania ha desplazado a miles de personas, arrojando luz sobre las poblaciones desplazadas, que incluyen migrantes y refugiados. Este evento es un desafortunado recordatorio de que las personas en todo el mundo son vulnerables a las crisis sociopolíticas y otras calamidades, como los desastres naturales, que pueden provocar el desplazamiento en cualquier momento. Por lo tanto, los psicólogos, consejeros y otros proveedores de salud mental deben ser conscientes de las consideraciones clínicas y de asesoramiento al encontrarse y atender a estas poblaciones.

La diferencia entre migrantes y refugiados

Estos términos a menudo se usan indistintamente, lo que genera problemas para ambas poblaciones. Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), los refugiados son personas que huyen de conflictos armados o persecución, mientras que los migrantes eligen huir de sus naciones no necesariamente debido a una amenaza directa, sino para mejorar su calidad de vida a través del trabajo, la educación, la reunión familiar o otros objetivos (ACNUR, 2016). Ha habido críticas sobre la terminología, particularmente cuando se describe a las poblaciones migrantes como “ilegales” o “extranjeros” o cuando se sugiere que la palabra “refugiado” implica que las organizaciones y las naciones están obligadas a apoyar a estas personas, pero no necesariamente a los migrantes (Hamlin, 2022; Ruz, 2015). Esto ha llevado a muchos a argumentar que los refugiados y los migrantes reciben un trato diferente. Por ejemplo, los refugiados tienden a considerarse una preocupación humanitaria, mientras que los migrantes se describen como una preocupación económica (Reumert, 2016). Por lo tanto, hay mucho debate sobre las implicaciones de la connotación de las palabras utilizadas para describir a las personas desplazadas.

En lo que se refiere a la salud mental, parece que tampoco existe un consenso claro al respecto. La Asociación Estadounidense de Psicología (APA) lamentablemente no ofrece una definición o distinción oficial entre estos dos términos, sin embargo, en el pasado, el grupo ha desarrollado políticas que apoyan a inmigrantes y refugiados (DeAngelis, 2019), y continúa creando conciencia. y abogar por las poblaciones desplazadas. Sin embargo, parece esencial que las organizaciones de psicología desarrollen pautas claras y basadas en evidencia que incluyan el uso adecuado de la terminología con respecto a las poblaciones desplazadas para reducir los malentendidos y el estigma.

Trabajando con poblaciones desplazadas

Los psicólogos clínicos y de asesoramiento deben estar familiarizados con la prestación de servicios a través de una lente multicultural cuando trabajan con poblaciones desplazadas. Los profesionales de la salud mental deben adoptar enfoques basados ​​en la evidencia que incluyan el contexto, la identidad y la interseccionalidad. Además, los médicos deben usar intervenciones culturalmente adaptativas que consideren el nivel de aculturación y el impacto del desplazamiento experimentado por los refugiados o migrantes.

Además, la identificación de los factores de riesgo es esencial para la prestación de la atención. Por ejemplo, cuando se atiende a migrantes y refugiados, es importante tener en cuenta que estas personas pueden provenir de culturas en las que prevalece el estigma de la salud mental o existe una falta de acceso a los servicios de atención médica (OMS, 2021). Las poblaciones desplazadas también pueden enfrentar otras barreras estructurales y culturales, como un acceso deficiente a servicios lingüísticamente accesibles, una fuerte voluntad de resolver problemas de forma independiente y temor a la estigmatización (Kirmayer et al., 2011). Esto último puede ser particularmente cierto para las personas que experimentan una posible incertidumbre con respecto a los permisos de trabajo, las solicitudes de asilo y el estatus legal (OMS, 2021).

Para superar las barreras a la atención de la salud mental, los médicos deben considerar lo siguiente:

  • Infórmese sobre los servicios de atención de salud mental, abordando los derechos y preocupaciones relacionadas.
  • Integrar las creencias culturales sobre la salud mental en la consejería.
  • Brindar atención centrada en la persona que sea considerada y respetuosa de las diferencias culturales.
  • Facilitar la comunicación trabajando con intérpretes y mediadores culturales.
  • Abordar los determinantes sociales y el impacto de la integración social en la salud mental.
  • Aplicar modelos y modalidades de tratamiento adaptados a las poblaciones desplazadas.

Las poblaciones desplazadas están expuestas a varios factores de estrés que afectan su bienestar y las colocan en un mayor riesgo de experimentar angustia psicológica. Los estudios muestran que la prevalencia de las condiciones de salud mental, incluida la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático, es mayor entre las poblaciones desplazadas (OMS, 2021). Estas personas también son vulnerables al comportamiento suicida y a tasas más altas de suicidio (Cogo et al., 2022; OMS, 2021). Aunque estas poblaciones experimentan tasas elevadas de adversidad, tienden a carecer de acceso a la atención de la salud mental, lo que incluye barreras e interrupciones en la continuidad de la atención. A medida que el mundo continúa enfrentando crisis sin precedentes, incluida la pandemia de COVID-19, es imperativo que los profesionales de la salud mental consideren los factores de riesgo y protección relacionados con el trabajo y el servicio a los refugiados y migrantes.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.