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Anna O. y la cura por la palabra

Anna O. fue el seudónimo que usó Josef Breuer para referirse a una de sus pacientes más famosas, Bertha Pappenheim, una joven judía austríaca que sufrió una serie de síntomas histéricos tras la muerte de su padre. Breuer la trató con un método novedoso que consistía en escucharla hablar libremente de sus recuerdos, emociones y fantasías, mientras ella se encontraba en un estado de hipnosis o semiconsciencia. A este método lo llamó la cura por la palabra, o el “talking cure” en inglés, y fue el precursor de la psicoterapia moderna.

Breuer conoció a Anna O. en 1880, cuando ella tenía 21 años y él 39. Ella le fue presentada por su madre, que estaba preocupada por su salud mental. Anna O. padecía de parálisis y anestesia en tres de sus cuatro extremidades, estrabismo, diplopía, tos nerviosa, pérdida de apetito, alucinaciones, agitación, cambios de humor, comportamiento abusivo y destructivo, amnesia, somnolencia, visión de túnel y afasia parcial. Entre sus síntomas más curiosos, estaba el de no poder hablar en su lengua materna: el alemán. Pero sí leer y traducir el francés y el italiano al inglés. También tenía episodios de personalidad múltiple, en los que se comportaba como una niña inocente o una mujer seductora.

Breuer y el comienzo del Psicoanálisis

Breuer se dedicó a atender a Anna O. durante más de un año, visitándola casi a diario y pasando horas con ella. Se dio cuenta de que sus síntomas disminuían o desaparecían cuando ella le contaba sus experiencias traumáticas o sus deseos reprimidos, que habían quedado inconscientes en su mente. Ella misma bautizó este proceso como “limpieza de chimeneas” o “cura por la palabra”. Ya que sentía que al verbalizar sus conflictos internos se liberaba de ellos. Breuer también le aplicaba hipnosis para facilitar su relato y su catarsis.

El tratamiento de Anna O. fue exitoso en gran medida, aunque no del todo. Algunos síntomas persistieron o reaparecieron después de que Breuer dejara de verla, y tuvo que ser internada en un sanatorio durante un tiempo. Sin embargo, Anna O. logró recuperarse y dedicarse a una vida activa y productiva como feminista, escritora y activista social. Murió en 1936 a los 77 años.

Publicación del caso Anna O.

El caso de Anna O. fue publicado por Breuer y Freud en 1895 en el libro Estudios sobre la histeria, donde se considera el inicio del psicoanálisis. Freud reconoció la importancia del método de Breuer para acceder al inconsciente y aliviar los síntomas neuróticos mediante la asociación libre y la interpretación. Sin embargo, también criticó algunos aspectos del tratamiento. Por ejemplo, el hecho de que Breuer no reconociera la existencia de una transferencia amorosa de Anna O. hacia él, ni la influencia de sus propios sentimientos hacia ella. Freud sostuvo que Breuer abandonó a Anna O. por temor a involucrarse demasiado con ella y a comprometer su matrimonio.

El caso de Anna O. sigue siendo uno de los más fascinantes y controvertidos de la historia de la psicología. Su testimonio reveló el poder terapéutico del lenguaje y la importancia de escuchar al paciente con empatía y respeto. Su historia también planteó cuestiones éticas sobre la relación entre el terapeuta y el cliente, y sobre los límites entre la realidad y la fantasía.