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Maratón consciente

Tome algunas respiraciones lentas y profundas y pregúntese “¿Cómo me siento acerca de la carrera de mañana?” Tal vez te sientas ansioso, confiado, emocionado, inseguro.

Respira y simplemente observa los sentimientos con una actitud de bondad y curiosidad. ¿Cómo se sienten realmente los sentimientos en tu cuerpo? ¿La ansiedad es nerviosa o zumbante? ¿Es la confianza contundente y fanfarrona?

¿Hay pensamientos asociados con estos sentimientos? Tales como “No debería sentirme ansioso”. o “Tengo esto”. Sea lo que sea que estés pensando y sintiendo, y sin embargo tus pensamientos y sentimientos se manifiesten en tu cuerpo, trae una conciencia espaciosa a tu experiencia. Nada que cambiar, nada que arreglar, solo respirar y estar con tu experiencia tal como es.

Atención Plena

Eso es atención plena: prestar atención aquí y ahora, con amabilidad y curiosidad, para que puedas elegir tu comportamiento. Las investigaciones indican que la práctica de la atención plena permite a los atletas optimizar el rendimiento, prevenir lesiones y encontrar el flujo.

Lo ideal sería que hubieras incorporado la atención plena en tu preparación para la carrera desde el principio. Si no lo hiciste, los siguientes consejos te ayudarán durante la carrera. Si se siente ansioso en la línea de salida, simplemente respire y observe las sensaciones asociadas con la ansiedad, y deje que el pensamiento “No debería sentirme ansioso” surja y desaparezca.

Usa cada estación de agua para entrar en el momento; olvídese de las millas atrás, las millas por delante, y simplemente lleve su atención al aquí y ahora. Pruebe el agua o la bebida mezclada. Siente cómo se desliza por tu garganta. Luego enfoca tu atención en las vistas, los sonidos, la sensación de tus pies golpeando el pavimento, el balanceo de tus brazos, la sensación de tu cuerpo moviéndose a través del espacio.

Dificultades

Si en la milla 16 estás pensando: “Me he topado con la pared”, dirige tu atención hacia tu cuerpo y escucha de verdad la sabiduría que te ofrece. Si tienes una punzada persistente, ofrécete una señal simple para mejorar la pisada, la zancada y la alineación general. Si esa punzada se intensifica, puede ser conveniente disminuir el ritmo o caminar por un momento. Honrar tu cuerpo evitará que te lastimes gravemente.

Alternativamente, cuando pones tu atención en tu cuerpo, puedes descubrir que, contrariamente a lo que te dice tu mente, tu cuerpo realmente se siente desafiado y capaz, tu ritmo es constante y confiable, y tu mecánica de carrera es fluida.

Cuando tengas un momento, o una milla, en la que estés luchando, ofrécete un poco de autocompasión. Di: “Esto es difícil, todos los maratonianos luchan, simplemente voy a poner un pie delante del otro”. Tenga en cuenta que las sugerencias anteriores se pueden aplicar con la misma eficacia a los desafíos de la vida diaria que a correr un maratón.