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La conexión entre correr, el sueño REM y la comunicación cerebral

La conexión entre correr, el sueño REM y la comunicación cerebral

Un estudio reciente, llevado a cabo por el laboratorio de Omar Ahmed en la Universidad de Michigan, ha revelado un hallazgo interesante sobre cómo correr y el sueño REM pueden mejorar la comunicación entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro. El estudio, publicado en la revista Cell Reports, investigó cómo el cerebro de ratas y ratones se activa durante estas dos actividades y descubrió que, en ambos casos, los hemisferios cerebrales se comunican de manera más rápida y eficiente.

Correr y la sincronización cerebral

El estudio comenzó observando el comportamiento de ratas y ratones mientras corrían en una rueda giratoria. Los investigadores encontraron que, cuando estos animales corrían rápidamente, los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho comenzaban a comunicarse entre sí a través de una frecuencia eléctrica específica, de 140 Hz. Este ritmo neuronal específico, conocido como ciclo theta, facilitaba una rápida sincronización entre ambos hemisferios.

El sueño REM y la continuidad en la comunicación cerebral

Lo que hace aún más interesante este estudio es que los investigadores encontraron un fenómeno similar durante el sueño REM. Cuando las ratas y ratones que corrían durante el día entraban en la fase de sueño REM, sus hemisferios cerebrales seguían comunicándose a través del mismo ritmo de 140 Hz. Esto sugiere que tanto el correr como el sueño REM comparten una función clave en la mejora de la comunicación cerebral interhemisférica.

Estos hallazgos no solo son reveladores en cuanto a cómo se coordina el cerebro durante el ejercicio físico y el sueño, sino que también tienen implicaciones más amplias para la comprensión de cómo se consolidan los recuerdos y se mejoran las habilidades cognitivas.

Correr y el sueño REM: Turboalimentadores del cerebro

Los corredores de larga distancia, especialmente aquellos con años de experiencia, a menudo describen el correr como un estado de “sueño despierto”. Esta experiencia es similar a lo que ocurre durante el sueño REM, en el que el cerebro está altamente activo a pesar de que el cuerpo está en reposo. Durante la fase REM, la actividad cerebral facilita la consolidación de recuerdos y el aprendizaje de nuevas habilidades, un proceso que se potencia durante la actividad física.

El estudio sugiere que correr puede activar estados cerebrales similares a los que ocurren durante el sueño REM, creando una sinergia entre ambos que favorece el aprendizaje, la creatividad y la resolución de problemas. A lo largo de las décadas, muchos corredores han experimentado “momentos de Eureka” o “ajá” durante sus carreras, lo que puede estar relacionado con esta mayor comunicación entre los hemisferios cerebrales.

Experiencia personal y la zona de flujo

Cualquier corredor que haya experimentado lo que se conoce como “estado de flujo” puede reconocer la sensación de estar completamente inmerso en la actividad física y mentalmente en sintonía. Durante este estado, la fluidez de los movimientos corporales parece ir de la mano con una fluidez mental, lo que facilita la resolución de problemas complejos y el pensamiento creativo.

Este estado de flujo, a menudo descrito como estar “en la zona”, puede estar directamente relacionado con la mejor conectividad funcional entre los hemisferios cerebrales que ocurre cuando corremos. Según los hallazgos del laboratorio de Ahmed, los ritmos cerebrales de 140 Hz actúan como un motor que impulsa esta comunicación cerebral, optimizando así nuestras habilidades cognitivas.

Los cuatro hemisferios del cerebro

Es importante destacar que, cuando hablamos de la comunicación cerebral, no nos referimos únicamente a los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho. El cerebro también incluye el cerebelo, que cuenta con dos hemisferios adicionales. El cerebelo, a menudo llamado “pequeño cerebro”, juega un papel crucial en la coordinación motora y el equilibrio. La interacción entre los hemisferios cerebrales y cerebelosos también es fundamental para comprender cómo pensamos y nos movemos.

En este sentido, correr no solo mejora la comunicación entre los hemisferios cerebrales, sino que también optimiza la coordinación entre el cerebro y el cerebelo, lo que facilita una mejor integración entre el movimiento físico y el pensamiento.

Las ondas cerebrales de 140 Hz como mecanismo clave

La investigación más reciente sugiere que la comunicación acelerada entre los hemisferios cerebrales durante la carrera y el sueño REM está impulsada por ritmos neuronales de 140 Hz. Estas ondas cerebrales permiten una comunicación rápida y precisa entre las diferentes partes del cerebro, lo que facilita la toma de decisiones y el procesamiento de información de manera más eficiente.

Los investigadores han comparado estos ritmos neuronales con los engranajes de una máquina bien engrasada. Las ondas de 140 Hz permiten que las dos mitades del cerebro se coordinen sin fricción, lo que mejora la cohesión y la velocidad de procesamiento. Además, encontraron que estos ritmos se intensifican cuando los animales corren más rápido, lo que sugiere que cuanto mayor es el esfuerzo físico, más fuerte es la comunicación cerebral.

Comparaciones con otros ritmos cerebrales

Omar Ahmed, el autor principal del estudio, ha comparado los ritmos de 140 Hz con un juego de ping pong neuronal. Mientras que otros ritmos cerebrales se asemejan a una sincronización más suave y constante, los ritmos spline, como se les denomina, implican una interacción rápida y precisa entre los hemisferios. Este “ping pong” entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro es esencial para una comunicación eficaz y rápida cuando se requiere tomar decisiones rápidas, como ocurre durante el ejercicio físico intenso o durante el sueño REM.

Implicaciones clínicas de la investigación

Los hallazgos de este estudio no solo son relevantes para los corredores y quienes buscan mejorar su rendimiento cognitivo. También tienen importantes implicaciones clínicas. Trastornos como la depresión, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la enfermedad de Alzheimer están asociados con problemas en la comunicación interhemisférica. Los investigadores ahora están explorando si los ritmos de 140 Hz, o splines, pueden utilizarse como biomarcadores para diagnosticar la gravedad de estos trastornos.

La posibilidad de utilizar estos ritmos como indicadores podría abrir nuevas vías para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades neurológicas. Si se logra identificar cómo mejorar la comunicación entre los hemisferios cerebrales en personas que sufren de estos trastornos, podríamos estar un paso más cerca de tratamientos más efectivos.

Conclusión

El estudio de Omar Ahmed y su equipo en la Universidad de Michigan ofrece una nueva perspectiva sobre cómo actividades como correr y el sueño REM mejoran la comunicación cerebral. La sincronización entre los hemisferios cerebrales, facilitada por ritmos neuronales de 140 Hz, parece ser un mecanismo clave para optimizar tanto el rendimiento cognitivo como físico.

Este hallazgo no solo tiene relevancia para los atletas, sino también para el desarrollo de nuevas terapias para trastornos mentales y neurológicos. A medida que los científicos continúan explorando la dinámica interhemisférica, es probable que descubramos aún más formas en las que nuestro cerebro aprovecha actividades cotidianas como correr y dormir para mejorar su funcionamiento general.

La próxima vez que salgas a correr o disfrutes de una buena noche de sueño, recuerda que tu cerebro también está trabajando arduamente para optimizar su rendimiento.

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